Formato: LP
Music For Nations 1984
Estado de la carpeta 6/10
Estado del vinilo 7/10
VIDEO: Fight fire with fire
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Benvinguts a la meva col·lecció de discos. 99% Heavy Metal. Gràcies per la visita!
Metallica es, sin duda, uno de los padres del que seguramente sea el subgénero más importante del Heavy Metal: el Thrash Metal. Este estilo nace a principios de los 80 y bebe de influencias que combinan la velocidad y la técnica del Speed Metal con la rabia y el sonido "ruidoso" del Punk y el Hardcore, dando como resultado un nuevo estilo, plagado de riffs atronadores, velocidades endiabladas y distorsión a mansalba que se convertiría en rey del mundo metálico y que viviría su época dorada a mediados/finales de los 80 y principios de los 90.
ResponEliminaPodemos decir que existen dos escuelas del estilo, con notables diferencias estilísticas entre sí, que denominaremos Thrash americano y Thrash europeo. El primero, el americano, tuvo su epicentro en la bahía de San Francisco, en el conocido Bay Area, de donde provienen grupos fundamentales en el desarrollo del estilo como Exodus, Testament, Slayer, Megadeth o los propios Metallica, quienes a pesar de nacer en Los Ángeles se trasladaron a San Francisco en 1983, e influenciados todos por la NWOBHM británica, es decir, con grandes dosis de melodía pero sin renunciar en absoluto a la dureza del naciente nuevo estilo. Otros grupos del continente sin los cuales el Thrash no sería lo que llegó a ser fueron, entre muchos otros, Anthrax, Metal Chrurch o Annihilator. En Europa, principalmente en Alemania, se desarrolló la otra gran vertiente del Thrash que se distingue sobretodo (desde mi punto de vista) por el uso de una temática letrística muy relacionada con la guerra y el satanismo y una música aún más agresiva y con frecuente utilización de las voces guturales y "gritadas". Destruction, Kreator, Tankard o Sodom son nombres fundamentales para entender la fuerza del Thrash alemán. A pesar de que en España el estilo también gozó de bastante popularidad, no fue hasta finales de los 80 cuando aparecieron bandas que practicasen un "thrash puro" y que tuvieran cierto reconocimiento: Crom, Fuck Off o Legion son tal vez las más relevantes. Otros como Muro o Soziedad Alkohólica tenían un estilo más cercano al Speed y al Hardcore respectivamente.
Suele considerarse 1986 el año fundamental del Thrash Metal ya que fue ese año cuando los considerados comunmente como "Los 4 Grandes" (Metallica, Megadeth, Anthrax y Slayer) sacaron sus discos más importantes por la gran influencia que tuvieron en la evolución del género. Estos discos son, "Master of Puppets", "Peace Sells... but who's Buyinng", "Among the Living" y "Reign in Blood", imprescindibles para cualquiera que tenga interés en conocer a Mr. Thrash Metal. Entrada la década de los 90, la saturación de ideas, la repetición de patrones y el calco de las nuevas bandas respecto a sus predecesoras, junto con la irrupción del Grunge, llevaron al estilo a un declive muy profundo del que hasta hace relativamente poco no fue capaz de salir. Warbringer desde Alemania o Angelus Apatrida desde Albacete son dos ejemplos de este renacer actual del Thrash que tal vez nunca llegue a ser lo que fue en sus días de gloria pero que tal vez vuelva a colocarlo en el status que el estilo más birrero del metal nunca debió perder.
El disco que hoy nos ocupa, "Ride the Lightning" (1984), además de ser mi preferido, fue muy importante en la historia de Metallica y fundamental para que 2 años después saliera ese "Master of Puppets", el disco que convertiría al grupo en rey del género.
ResponEliminaA pesar de que Metallica haya pasado por numerosos altibajos a lo largo de su extensa carrera, con giros estilísticos difíciles de entender, haya estado a punto de desaparecer en más de una ocasión y hayan sido acusados de venderse por querer ser un grupo "para todos los públicos", lo sorprendente es que ya con este segundo disco recibieron acusaciones del mismo tipo. Tras la buenísima impresión que dejó su debut de 1983 "Kill'em All", la incorporación a la banda del guitarrista Kirk Hammet (quien ya grabó "Kill'em All" pero no participó en su composición) dotó a Metallica de un sonido más refinado que supuso un cambio notable en el sonido de "Ride the Lightning". La inclusión de partes "lentas" aunque pesadas, como el inicio del tercer corte "For whom the bell tolls" o del medio tiempo "Fade to Black" parecían cosas imposibles de oir en Metallica apenas un año antes. Estos cambios no restan sin embargo un ápice de calidad al disco que arranca con la potentísima "Fight fire with fire" tras una intro de guitarra limpia, uno de los rasgos que nos indican la clara evolución de los americanos respecto a su disco predecesor, seguida de la que da título al disco y que tiene un riff de esos de emmarcar. "For whom the bell tolls" es una de las canciones más populares del disco e imprescindible aún en sus conciertos, con una linea de bajo que todo proyecto de bajista metálico ha ensayado alguna vez. La cuarta canción es la, en su momento, polémica "balada" aunque les aseguro estimados lectores que la letra de esta canción no tiene en absoluto nada que ver con el amor, más bien todo lo contrario. Seguimos disfrutando de los surcos envenenados de este vinilo hasta llegar a la penúltima composición del álbum y que fue single del mismo, "Creeping death", es de esas canciones en las que uno no puede dejar de tocar imagináriamente la batería y la guitarra a la vez, mover la cabeza arriba y abajo como un loco y asustar a la vecina con sus gritos. El disco se cierra con la instrumental "The call of Ktulu", magnífica composición de casi nueve minutos y que sirve para poner un broche final al segundo disco de Metallica, recuerden: el "Ride the Lightning".